miércoles, 18 de enero de 2012

[FRAGA] El Padre de la Democracia

Ya lo dije en más de una ocasión fuera de este cuaderno de bitácoras. Yo, por humanidad, no me alegro ni me alegré ni me alegraré de la muerte de una persona por mucho mal que le haya hecho al mundo. Es más, muchos de ellos abandonan este mundo dejando actos, crímenes, vejaciones y demás actos vergonzosos en este mundo sin haber pagado por ellos.

La gota que colmó el vaso de lo visto por mis retinas y lo escuchado por mis tímpanos ha sido la despedida a Manuel Fraga Iribarne, fallecido el pasado domingo en su piso en Madrid a la edad de 89 años. Como digo, no me pienso alegrar ni festejar la muerte de este hombre, cada cual que haga lo que quiera. Ahora bien, tampoco pienso llorar su muerte.

Más allá de no estar conforme con su ideología, de hecho y por regla de tres, no me habría inmutado en muchas más muertes, este señor, a mi juicio, fue despedido con honores, como Padre de la Constitución como paradoja, y como fundador del partido que preside actualmente el Gobierno de España. ¿Casualidades?

Por un lado, este hombre no puede ser Padre de una Constitución puesto que no solo fue un testaferro de Franco como muchos justifican, sino que firmó penas de muerte por doquier (cosa que, aun siendo de derechas, si se tiene humanidad no se haría), es una persona partidaria de la cadena perpetua a diferencia del principio de  reinserción de presos regulada en la Carta Magna, y porque justificaba y magnificaba el Golpe de Estado de 1936, cosa que, en países que condenaron sus sangrientas y despóticas dictaduras como Alemania, supondría la inhabilitación de por vida de la política. Curiosamente, lo mandaron de embajador a Londres para no hacerle sombra a Franco, esta demostrado que fue uno de los fascistas que se tuvieron que tragar que no siguiera una dictadura sino que hubiera democracia y tras sus continuas perlitas (si llama Golpe de Estado a la legalización del PCE, precisamente los que más pusieron para que la transición se llevara a cabo) murió casi con las botas puestas.

Por otro lado, sepan que el actual partido del Gobierno, el Partido Popular, sigue sin condenar la aparición en mítines y hasta en la celebración de las elecciones de la bandera franquista (mal llamada pre-constitucional, ya que la tricolor lo fue y no representaba a un régimen tan sangriento). Para mi gusto, no resulta extraño. El Partido Popular, para quien se olvida de la historia, fue originado mediante sectores del partido franquista Fuerza Nueva, y pasó a llamarse Alianza Popular. Por tanto, tiene mucho arraigo franquista y eso es obvio. El 10% del electorado del Partido Popular se considera franquista, pero este partido de derechas es la ultraderecha la que más peso tiene (no formalmente, claro). Digo la ultraderecha porque la derecha europea no es tan reaccionaria ni tan rancia como es la derecha española del PP, si no miren el semblante del conservador Nicolás Sarkozy con Zapatero y como le cambia el semblante con Mariano Rajoy (aun siendo de la misma ideología).

No estoy queriendo manchar la memoria de Manuel Fraga. Ni mucho menos. Pero el tiempo, la vida y las personas que me rodean me han enseñado a ser justo, ni bueno ni malo. Y es justo decir que fue uno de los pocos fascistas que tragaron cuando se realizó la Constitución actual. Y es justo decir que fue uno de los hombres con más peso en la política española, pero todo esto, apliquemoslo junto con lo que no se ha dicho ni mencionado. Creo que es la mejor forma de honrar la memoria de una persona, no magnificandola ni mancillandola, sino siendo fieles a la memoria en su totalidad.


FIN DE LA TRANSMISIÓN.

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